viernes, diciembre 24, 2010

Angry Bird roba tus datos

 

  Angry Birds y otras aplicaciones para iPhone y Android recogen datos de sus usuarios y los ceden a algunas compañías interesadas. Según un análisis de The Wall Street Journal, existe, para estas dos plataformas examinadas, un buen número de juegos y apps que comparten información como la ID del teléfono, la localización e incluso los contactos del usuario.
Diversas aplicaciones móviles, incluidos juegos tan populares como Angry Birds, roban datos de sus usuarios de iPhone y Android. Desde la localización del terminal, así como su ID, datos personales como el género y la edad, pasando por la contraseña y los contactos, hasta el número de teléfono, pueden ser compartidos por algunas de las más exitosas aplicaciones móviles.

El robo de datos con fines de mercado es una práctica de la que cada vez van surgiendo más casos. Hay muchas compañías interesadas en conocer detalles acerca de su target o de sus posibles clientes. Con la explosión de la movilidad y la gran cantidad de aplicaciones a disposición de los usuarios, la privacidad de éstos se está viendo comprometida.
The Wall Street Journal ha realizado un análisis de 101 aplicaciones móviles – disponibles en iOS o Android – que violan de alguna manera la privacidad de los usuarios en diferentes grados. A toda esta serie de apps les une el no tener permiso para ceder a anunciantes u otro tipo de entidades información personal relativa a quienes utilizan sus productos.

El robo de datos en Angry Birds

Angry Birds es un juego de pago que ha alcanzado una gran popularidad, tanto en iPhone como en la plataforma Android. Tiene una política de privacidad, accesible en su web, pero pese a todo The Wall Street Journal ha descubierto que el software cede información tan personal como los contactos del usuario, su localización o su contraseña, algo que hace cuestionarse el modelo de negocio de la aplicación.
Desde Angry Birds aseguran que recogen información para una plataforma de juego y un servicio de análisis, con el fin de entender lo que quiere el usuario. En este punto habría que preguntarse si todos estos datos son necesarios para implementar mejoras en la aplicación.
Pero aunque se le diera la razón al desarrollador en este caso, ello no le capacita para enviar esta información a terceros, tal y como The Wall Street Journal presenta en una tabla, probablemente sacando algún rédito a causa de la transmisión.

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